Uno siempre se encuentra con una persona que hace años no veías ni hablabas y lo primero que se pregunta es si habrá cambiado... Hoy me pasó, y bueno al final me mató la curiosidad y se lo pregunté... pero la pregunta se me devolvió y desde ese momento no he parado de pensar las miles de respuestas que hay para esa sola pregunta.

Si he cambiado... espero que sí, creo que sí... ya no juego TAPINO, ya no veo novelas ahora veo series, no me da miedo hablar con desconocidos ni cruzar las calles o andar sola... ahora bebo café.

Me gustan todos los colores, no sólo el azul. Me siento a pensar y no necesariamente en amores. Ya no se me cae la oreja hablando con todo el mundo por teléfono, suelo soñar todavía despierta para no matar por completo la niña que hay en mí. Sigo poniendo la mesa los fines de semana, pero ya no me gusta fregar. Duermo con los pies cruzados, y realmente no sé si lo pueda llegar a cambiar porque no me doy cuenta cuando los cruzo de noche.

Ya no escribo poemas con la misma frecuencia, ahora todo es periodismo. Capuccinossss me encantan los capuccinos! Me sé el nombre de más calles, aunque sigo teniendo mala memoria. Confío menos en la gente... ahora tengo pocos amigos, más conocidos obviamente...

No dudo tanto de mí y ahora gozo los piropos del trayecto a la uni... Recuerdo siempre, y pocas veces olvido una cara aunque por mi mala memoria nunca recuerdo el nombre.

Soy más organizada, tal vez porque ahora tengo más responsabilidades. Me llevo bien con mi family... aleluyaaaaaaa!!!!!!!! una de las razones por las cuales no extraño mi adolescencia. Realmente no la extraño...

Duermo como un oso en invierno, como antes sólo que ahora tengo menos tiempo. Sé escoger vegetales y frutas en el super aunque no sé aún cocinar. Ahora bebo pastillas como una vieja, 3, 1 y 3... siete al día...

Ahora soy mala para las matemáticas... la falta de práctica no perdona. No grito si me asusto pero contraigo todos los músculos del cuerpo. No soy tan mamita, ahora digo siempre lo que pienso, en el momento en que lo pienso (¿gajes del oficio?). Sigo riéndome desde el alma y me siguen encantando los abrazos, ahora pienso más las cosas, aunque sigo siendo impulsiva.

Vivo chiva de todas las informaciones porque ahora leo periódicos. No sólo me conecto para chatear. Finalmente, no creo que venga al caso pero ahora tengo más lunares...