Si en tus ojos aprendí a leer mi alma
de ellos hoy huyo por no querer saber que quieres de mí...
Si tus besos ya no son un regalo
sino un préstamo a corto plazo
Qué decirle a mi piel cuando ya no sienta la tuya.

Lo siento, no sé compartir, entre mares de venganza
y cuerpos muertos en la acera
mi amor se extingue
lo que queda de él arde, se calienta y se enfría
con una sola ráfaga de tu mirada.

Conmigo es todo o nada, conmigo las palabras sobran
si en verdad me quieres a tu lado
pero es tarde, el camino se hunde ante mis ojos
y vuelven las palomas a merodear mis sesos
que sin detenerse vuelven tu recuerdo trizas
de tanto que te piensan, de tanto que te pienso.

Aléjate, y llévate contigo tus ojos
tus labios, tu pecho, tu dulce sonrisa
tu olor a hombre, tus palabras tiernas
ya tienen dueña... la brisa eterna...