Días como este me hacen recordar que la vida continúa; aunque esté lejos, aunque el tiempo vuele, aunque no todo salga como quiero, aunque me enamore por un tiempo... siempre hay un consuelo...
Días como este, con las lágrimas a flor de piel ni las palabras me salen, tal vez sólo es falta de hablar... de contarle a alguien mi día... de desahogarme, de gritar, de reir, simplemente de sentir y compartirlo... me hace falta compartir mis días, compartir mis vivencias y cada bobería que me pasa en el día...
Pero nada... la vida sigue y para eso existen los amigos, para oirte hasta que no haya nada por decir, hasta que la última palabra se enjugue en sus hombros... hasta que te canses...
Y mañana, volveré a comenzar de cero...
Quizás un pensamiento me saque la esperanza, quizás el sólo verlo quitará de mí este sabor, agrio, dulzón y mortificante a la vez... somos dos mundos separados por niebla, cal y arena, pero nos une definitivamente una brecha...
Con el ardor, cada roce de su piel era bendito y en mí se reproducían como ondas en el aire, como vestas en el agua... eres hiel y azucena, eres pasión que desborda en tres palabras y una mirada que atraviesa hasta el alma...
Un capricho como todos, me hacen creer que serás mío... pero estás lejos muy lejos... simplemente esperaré el momento
